Decoré mi casa en los años 90 del siglo pasado. El dormitorio, como el resto, seguía un estilo rústico como las casas que aparecían en las revistas de decoración en esa época. Incluso me atreví con el amarillo en las paredes, algo impensable en mi entorno familiar. Ahora la he vuelto a decorar, aproveché todo lo que pude y lo transformé. La transformación del dormitorio se puede ver en las fotos. Sólo tengo una del 'antes', pero creo que se aprecia que todos los muebles (armario empotrado con una altura de 3 metros -la de la pared), cajonera, cómoda y mesillas de noche son de madera en color oscuro. La cama tenía un cabecero de hierro envejecida en verde oscuro con reflejos en bronce. Del 'ahora' tengo más fotos. Transformé el armario: pinté el altillo en el mismo color de la pared, lo que hace que parezca menos 'pesado' y más bajo. Cambié los tiradores de las puertas. Pinté algunas partes de la cajonera. Compré una cómoda de segunda mano que también pinté y envejecí con una pátina plateada, y el plata, junto con el blanco, transformaron el cabecero. El amarillo de las paredes cambió por el crema y el azul y pinté unas flores naranjas encima de la cama. Compré nuevas cortinas, lámpara de techo, apliques y mesitas en Ikea y el resultado ganó en luminosidad y alegría.
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