Antes y después: a la busca del taquillón perdido

Ya me terminaron la cocina. Pero hasta que las otras reformas del piso no estén terminadas, no pondré fotografías. Una cocina (o cualquier estancia) sólo con muebles, sin textiles, sin cuadros, sin detalles que muestren que allí vive alguien, no tiene la más mínima gracia. ¿Será por eso que las cocinas expuestas en las tiendas no me llaman la atención. 

Estoy muy contenta con el resultado, es como me lo había imaginado. Pero los nuevos muebles han hecho avanzar la encimera cinco centímetros. Ahora está bien, antes no. Esta distancia sería insignificante en un espacio total de otras dimensiones, pero no en las de mi cocina que tiene de ancho aproximadamente 1.50 metros. Tengo muy poco lugar para almacenar, y tenía un pequeño mueble que me hacía esa función, pero ahora tiene demasiado fondo y un color poco apropiado, así que estoy buscando un mueble para transformar. Un mueble de segunda mano, que salga barato y pueda lacar con el color que quiera. No debe tener más de 30 cm. de fondo y 80 de ancho. Con el alto no hay tanto problema, pero alrededor de 90 cm. estaría bien. Y he pensado en los taquillones que se solían colocar en las entradas de los pisos, debajo de un espejo. ¿Recuerdan? Así que estoy a la busca y captura de un taquillón. Hace unos días encontré uno pero tenía unas columnas torneadas a los lados que no me gustaban. Y mientras sigue la búsqueda he encontrado otras transformaciones que me han encantado. Aquí se las dejo. Una de ellas fue en el el blog de Sophia. Si no lo conocen, den una vuelta por allí, les costará dejar de saltar de una transformación a otra, como me pasó a mí.

Lo que busco es algo así. Preferentemente, sin la tapa de mármol que es habitual en estos muebles.

Visto aquí

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Y ahora llegan dos transformaciones geniales:

Visto aquí

Y la del blog de Sophia

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